Esa fue la lección más valiosa que le enseñó Shirley Cothran, ex Miss USA 1975, a Abbey Curran, quien fue coronada en 2008 como Miss Iowa y compitió por el título de Miss USA, el mismo año. Sin embargo, este logro va mucho más allá de competir en un concurso de belleza.
Abbey Curran, además de ser una mujer hermosa, también ha sido la primera mujer con impedimentos físicos en competir y ganar un concurso de belleza en USA. Su historia no termina ahí, también es la fundadora de la ONG sin fines de lucro, Miss You Can Do It , que cada año realiza concursos de belleza para niñas y mujeres de hasta 25 años con algún tipo de discapacidad física. El concurso va mucho más allá de evaluar si las personas que participan responden bien una pregunta o quién se ve mejor en vestido de gala o es más bonita. Está enfocado en encontrar y realzar la belleza interior que cada una de las niñas que participan poseen y mostrársela al mundo, y que no está determinada por una capacidad intelectual o física específica.
El fin de semana que dura el concurso, las niñas son vestidas y arregladas por maquilladores y estilistas profesionales y tienen la oportunidad de compartir con la Cenicienta y Blanca Nieves. Al final de la noche, mágicamente, todas resultan ganadoras. Nadie se va a casa con las manos vacías, todas se van con algo. Todas reciben un premio. Los padres tiene la oportunidad de conocer a otros padres en la misma situación que ellos, compartir sus experiencias y crear redes de contacto poderosas, a través de las cuales logran sentirse acompañados.
El canal HBO realizó un documental del mismo nombre que la ONG, y ya está siendo transmitido en Chile. Lo único que lamento es que solamente las personas que tienen la posibilidad de pagar por un servicio de televisión por cable o satelital, puedan acceder a este contenido. Desde mi punto de vista, debiese ser algo que se transmitiese por la televisión pública, la mayor cantidad de veces posibles al año con la finalidad de inspirar a las personas y sensibilizarlas no sólo con iniciativas como éstas, sino también a que abracen y acepten a todos aquellos que somos diferentes y nos salimos del molde de lo que la sociedad define como “normal”. La parte más emocionante del documental es cuando una de las niñas lee un ensayo que escribió, en el que explica que lo que más le molesta en la vida es que las personas que la rodean la traten como un ser “especial”: “el significado de discapacitado es el de no tener ningún poder sobre nada. Sin embargo, yo sé que tengo el poder de hacer lo que sea que esté dispuesta a intentar hacer y eso ya me hace capaz…”
Desde hace años que en mi mente ha estado girando la idea de crear algo, en el que todas las personas que han sido discriminadas puedan sentirse incluidas/aceptadas/respetadas, simplemente, por ser quienes son.
Es un proyecto en el que para "ser" no hay que cumplir las expectativas ajenas, ni ajustarse a los estándares del mercado. Confieso que he estado trabajando en ello pero no con la dedicación con la que me gustaría.
Es duro estar en la vida y sentir que hay algo dentro de ti que no está bien, que necesita ser cambiado/arreglado/reemplazado para poder ser querido por los demás. Cuando sientes que el afecto, en cualquier tipo de relación, está condicionado a algo con lo que tienes que cumplir/lograr/tener para poder recibirlo, es muy triste.
Afortunadamente, me llena de alegría saber que allá afuera hay personas buenas dispuestas a aceptarnos tal como somos. Personas honestas, que no se aprovechan o abusan de uno cuando podrían haberlo hecho. Héroes anónimos, como dicen en CNN en español :-D. Se trata de una experiencia que no me la contaron, me sucedió a mí y que ha sido como una terapia de shock en estos días. Les contaré de ella más adelante.
Abbey Curran, además de ser una mujer hermosa, también ha sido la primera mujer con impedimentos físicos en competir y ganar un concurso de belleza en USA. Su historia no termina ahí, también es la fundadora de la ONG sin fines de lucro, Miss You Can Do It , que cada año realiza concursos de belleza para niñas y mujeres de hasta 25 años con algún tipo de discapacidad física. El concurso va mucho más allá de evaluar si las personas que participan responden bien una pregunta o quién se ve mejor en vestido de gala o es más bonita. Está enfocado en encontrar y realzar la belleza interior que cada una de las niñas que participan poseen y mostrársela al mundo, y que no está determinada por una capacidad intelectual o física específica.
El fin de semana que dura el concurso, las niñas son vestidas y arregladas por maquilladores y estilistas profesionales y tienen la oportunidad de compartir con la Cenicienta y Blanca Nieves. Al final de la noche, mágicamente, todas resultan ganadoras. Nadie se va a casa con las manos vacías, todas se van con algo. Todas reciben un premio. Los padres tiene la oportunidad de conocer a otros padres en la misma situación que ellos, compartir sus experiencias y crear redes de contacto poderosas, a través de las cuales logran sentirse acompañados.
El canal HBO realizó un documental del mismo nombre que la ONG, y ya está siendo transmitido en Chile. Lo único que lamento es que solamente las personas que tienen la posibilidad de pagar por un servicio de televisión por cable o satelital, puedan acceder a este contenido. Desde mi punto de vista, debiese ser algo que se transmitiese por la televisión pública, la mayor cantidad de veces posibles al año con la finalidad de inspirar a las personas y sensibilizarlas no sólo con iniciativas como éstas, sino también a que abracen y acepten a todos aquellos que somos diferentes y nos salimos del molde de lo que la sociedad define como “normal”. La parte más emocionante del documental es cuando una de las niñas lee un ensayo que escribió, en el que explica que lo que más le molesta en la vida es que las personas que la rodean la traten como un ser “especial”: “el significado de discapacitado es el de no tener ningún poder sobre nada. Sin embargo, yo sé que tengo el poder de hacer lo que sea que esté dispuesta a intentar hacer y eso ya me hace capaz…”
Desde hace años que en mi mente ha estado girando la idea de crear algo, en el que todas las personas que han sido discriminadas puedan sentirse incluidas/aceptadas/respetadas, simplemente, por ser quienes son.
Es un proyecto en el que para "ser" no hay que cumplir las expectativas ajenas, ni ajustarse a los estándares del mercado. Confieso que he estado trabajando en ello pero no con la dedicación con la que me gustaría.
Es duro estar en la vida y sentir que hay algo dentro de ti que no está bien, que necesita ser cambiado/arreglado/reemplazado para poder ser querido por los demás. Cuando sientes que el afecto, en cualquier tipo de relación, está condicionado a algo con lo que tienes que cumplir/lograr/tener para poder recibirlo, es muy triste.
Afortunadamente, me llena de alegría saber que allá afuera hay personas buenas dispuestas a aceptarnos tal como somos. Personas honestas, que no se aprovechan o abusan de uno cuando podrían haberlo hecho. Héroes anónimos, como dicen en CNN en español :-D. Se trata de una experiencia que no me la contaron, me sucedió a mí y que ha sido como una terapia de shock en estos días. Les contaré de ella más adelante.
Buena Vicente; notable el caso que cuentas y apoyo tu ímpetu de hacer algo por la integración. Adelante.
ResponderEliminarGracias por el apoyo Gabriel :-) hoy, más que nunca, reconozco lo importante que es tener presente en la vida de uno personas que nos dejen algo... tu y mis amigos son esas personas con las que me gusta compartir. Saludos.
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