miércoles, 30 de abril de 2014

Liderazgo con Sentido

Crisis  en chino significa al mismo tiempo peligro y oportunidad. ¿Oportunidad de qué? De ejercer liderazgo, de tomar conciencia de la situación actual y hacer lo que sea necesario para superar la dificultad del momento. ¿Cómo se hace? Movilizando a los demás en tiempos de incertidumbre.

Ejercer el liderazgo resulta riesgoso y difícil, ya que frecuentemente genera resistencia en las personas. Las desafía a actuar en contra de su sistema de creencias y costumbres. A cambiar. Por otro lado, resulta  riesgoso porque, en tiempos de incertidumbre, no es posible determinar con exactitud los costos y ganancias de implementar un cambio y el fracaso y la frustración siempre son una posibilidad alta. Junto con ello, existen muchas situaciones en las que ni el mismo líder tiene una respuesta o solución a un problema. Solo sabe que su equipo se encuentra frente a uno y es necesario salir y enfrentarlo.

En estos casos es crucial saber leer las señales del entorno y no encerrarnos en nosotros mismos. Ni caer en la trampa de  sentir más poder del que realmente ostentamos. Ya que, por regla general, el todo (empresa o sociedad) es mayor que las partes (individuos).  Leer el ambiente implica observar a clientes, empleados, gerentes y accionistas (entorno inmediato) y  los medios de comunicación, gobierno, ONG, etc. (entorno  cercano). Al mismo tiempo, comprender el contexto empresarial será crucial para poder identificar si vamos bien o mal encaminados y tomar las acciones que sean necesarias para corregir el rumbo.  Por ello se dice que el líder  necesita armarse de valentía, sentido de propósito, astucia y sentido estratégico. En muchas ocasiones el pensamiento racional y el expertise técnico tendrán que ceder ante la intuición y nuestro lado emocional, para poder interpretar correctamente los caminos a seguir. 

Liderar se hace difícil si no nos ocupamos de crear relaciones y lazos de confianza por los cuales pueda fluir la comunicación en tiempos calmos. Es fundamental que las personas alrededor nuestro confíen en que nuestra interpretación de la señales del entorno son las correctas.


El liderazgo del siglo XX giraba en nosotros mismos como líderes, en el dinero que percibíamos, la cantidad de personas que nos seguían y en quién tenía la visión “correcta” de cómo “debían” hacerse las cosas. En cambio hoy, el líder auténtico busca crear los valores y la visión en conjunto y generar consenso, para luego permitir que todas las personas, a todo lo ancho de la organización, den un paso al frente y lideren. El líder de hoy busca delegar autoridad e interactuar con las personas desde la autenticidad (gestión basada en el contacto interpersonal), partiendo por conocerse y mantenerse fiel a sí mismo, al auténtico norte (liderazgo individual).

En el mundo actual todos requerimos de líderes. Personas que asuman su responsabilidad del problema y sean decididas, desafíen el  status quo  y produzcan el involucramiento individual y colectivo.

Para cerrar me quedo pensando en algunas preguntas que plantea mi curso de liderazgo, ¿Cuál es mi propósito? ¿Trasmito mi propósito a las personas con las que me relaciono en el trabajo y fuera de él? ¿Puedo aprender a mantenerme fiel a la persona que soy?

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Basado en Apuntes de Liderazgo (UAI), entrevista a Bill George (Trend Management, 2007).

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