jueves, 8 de mayo de 2014

El Líder 3.0

Liderazgo no se trata de tener una personalidad magnética; eso puede ser solo facilidad de palabra. Tampoco de hacer amigos o influir sobre las personas; eso es adulación. El liderazgo es lograr que las miradas apunten más alto, que la actuación de las personas alcance su máximo potencial y que la construcción de las personalidades supere sus limitaciones personales… (Peter Drucker).
Cuando pienso en Gandhi, Steve Jobs, Martin Luther King Jr., John Lennon o Juan Pablo II no puedo dejar de ver algunas características en común: su capacidad de inspirar y movilizar empresas y sociedades, equipos de trabajo y a ellos mismos.

El post de hoy tiene que ver con el liderazgo multisistémico. Es decir, el liderazgo que se da a tres niveles: estratégico, interpersonal e individual.


Un error muy común es creer que el liderazgo se da en un sólo nivel. Sin  embargo, en el ejercicio práctico del liderazgo vemos que esto no es así. Por un lado tenemos:

a) Liderazgo Estratégico: es aplicado a nivel de gestión empresarial y se relaciona mucho con nuestra capacidad organizacional. Acá usamos una forma de pensar particular, para interpretar las señales del entorno, que nos permita elaborar una estrategia para adaptarnos a tiempo. Para que tenga un sentido, se recomienda revisar periódicamente cuál es la visión de la empresa y cuáles son nuestros valores y propósitos, para así, ir pudiendo adaptar la estrategia ante un entorno cambiante y competitivo. Aquí la clave es mantenernos fieles a nosotros mismos.

b) Liderazgo Interpersonal: ocurre cuando nos relacionamos con personas para orientarlos a una determinada meta. A nivel empresarial, para un buen desempeño, un gerente, jefe o líder debe considerar:

  • Condiciones de Resultados: comunicar eficazmente cuáles son los resultados esperados, los indicadores (exigencia) que serán usados para medir si se alcanzaron dichos resultados y crear un grado de tensión al interior del equipo que movilice a todos los integrantes para alcanzar la meta
  • Condiciones Emocionales: está comprobado que la rentabilidad, la satisfacción de los clientes y el grado de compromiso de los integrantes de un equipo, se ven influenciados por el clima laboral que se vive al interior de ese equipo y por la capacidad de vincularse activamente entre sus miembros. La tarea del líder es crear un tejido emocional que permita sostener su equipo. El cual, entre otros aspectos, debe caracterizarse por estar libre de miedo y fomentar la confianza y apertura
  • Condiciones  de Aprendizaje: implica fomentar el desarrollo de habilidades y competencias técnicas y personales. Para ello el líder necesita ofrecer oportunidades y desafíos exigentes, proveer feedback positivo y negativo, enseñar en el trabajo y facilitar el estudio y capacitación de todos los integrantes de su equipo

c) Liderazgo Individual: este por lejos es uno de mis temas favoritos y más potentes. Consiste en la tarea de conocernos a nosotros mismos, gestionarnos como personas y trabajar y desarrollar nuestras habilidades y fortalezas. ¿Cómo podríamos esperar dar a otros lo que ni siquiera sabemos que tenemos? ¿Cómo podríamos liderar a los demás si no somos líderes de nosotros mismos?

El camino del liderazgo consciente e inspirador requiere que nos desarrollemos en estos tres niveles y alejemos de la idea que únicamente el liderazgo estratégico es el que cuenta en las organizaciones.

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